jueves, 31 de marzo de 2011

La eterna novia


Los noviazgos sirven para romperse, esa es una frase que he escuchado muchas veces y cada vez estoy mas en contra. Pues no, lo siento mucho pero yo prefiero pensar como Sakira, y ser la eterna novia. Es maravilloso ser una novia a la que cuidan todos los días, y hacerles pensar a los eternos novios que en cualquier momento puedes salir corriendo o que al menos tengan la duda de que eso puede pasar. Por que queridas amigas, no se que pasa con el matrimonio que cuando uno firma el papelito dichoso, da la sensación de que ya se pueden echar a dormir y relajarse, por que una va a aguantar lo que la echen.

Aunque en los tiempos que corren es muy fácil separarse, ellos saben que una mujer cuando se casa " es para siempre"o por lo menos con eso sueñan ellas, con lo que los nuevos machos de la manada saben que cuentan con unos cuantos años de margen para poder hibernar sin miedo a que les dejen.

Como os he dicho en algún otro post, no estoy en contra del matrimonio para nada, lo que no estoy es a favor de la hibernación de los sentimientos. Igual que los osos justo antes de pasar su época invernal en las cuevas, dansose verdaderos manjares que guardaran en su almacén para consumirlos durante el frío invierno, los hombres durante su época de picafror se cansan de decir piropos y buenas palabras a las "nuevas presas" mientras que cuando se casan esas bonitas palabras se guardan en algún lugar aun desconocido para la mujer moderna y van consumiendolos poco a poco con verdadera racionalización durante el gran periodo frío del matrimonio.

Creo que con el tiempo esto cambiará y el matrimonio será algo mas "eterno y verdadero" y se casara la gente que realmente se quiera casar pero por el momento no me queda mas remedio que pensar que ahora mismo el matrimonio es simplemente el cuento de hadas de muchas niñas pequeñas que en su día soñaron con un príncipe azul y quieren convertirlo en realidad.

Como dijo el filosofo francés Jean Jacques Rousseau, Las cartas de amor se escriben empezando sin saber lo que se va a decir, y se terminan sin saber lo que se ha dicho. El matrimonio empieza y termina de la misma manera.


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