Hay un día en el que te levantas y preferirías no haberlo hecho never. Preferirías haberte quedado durmiendo, haberte resbalado en la ducha o incluso caerte por las escaleras antes de haber ido a por ese café a ese nuevo sitio de moda. Por que no habrá venido una mano divina para llevarte a la cafetería de la esquina de siempre, en vez de innovar e ir a ese sitio tan fashion que han abierto a una manzana de tu trabajo?. Ese día donde tu solo ibas a por un capuchino descafeinado y de repente Ella te deja sin palabras. Ella que se sirve su sacarina sin percibir que estas a su lado, Ella que mientras gira su cuchara lentamente hasta disolver por completo el contenido del sobre ni siquiera sabe hasta que punto va a influir en tu vida.
Es curioso ver como podemos estar a uno u otro lado de la ventana en un pequeño espacio de tiempo. Se dice que el enamoramiento es un estado impredecible y aleatorio. Pero sobre todo esta definición es para ellos, para los hombres de esta planeta. Y como algunos se toman el diccionario muy en serio, se dedican a estar durante laaaargos periodos de tiempo de flor en flor hasta que, sin comerlo ni beberlo y sobre todo no deseandolo en absoluto, llega alguien que te saca de un manotazo de ese maravilloso estado de besuqueo constante y de cero complicaciones. Llega Ella.
Ayer os estáis haciendo los duros y creyendo que todo el monte es oregano y hoy os estais dando cuenta que correr la maraton de New York o hacer trekking por el Annapurna, seria mucho mas sencillo que intentar pedirle una cita.
Pues si queridos, así es, wellcome..... pasen y vean, el amor existe y os toca "sufrirlo". Sentir ese dolor de estomago mientras esperas una llamada. Querer pasar casa minuto al lado de ella, y no ser correspondido. Pensar durante horas cual es el motivo por el que no quiere estar contigo durante todas esas horas. Mirar su red social a ver si cuelga fotos para enterarte de todos sus pasos... y tantas y tantas sensaciones de las cuales vosotros os soléis reír, o peor aun, ni os inmutáis cuando los enamorados no sois vosotros.
Ella, probablemente no sabrá ni que existes, por que después de ese breve encuentro en la cafetería de moda, ese momento en el que para ti se ha parado el tiempo, para Ella no ha sido mas que un segundo de incomodidad de la mirada de un pelmazo. La próxima vez que sea al revés, aprende a valorar a esa chica que te mira con carita de cordero degollado o a esa chica que te sonríe con cara de bobalicona. Recuerda lo que es la incomodidad de la indiferencia.
Acostumbraros por que puede que sea la primera vez que os pasa pero os puedo asegurar que no sera la ultima , ya que Ella, realmente, es cualquiera de nosotras y somos muchas.
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