domingo, 28 de noviembre de 2010

El querer a ciegas es amar a solas – (Buda)



Cuando llevaba mas o menos un año en Madrid, recuerdo que iba un día en el metro, creo recordar que en la línea 1, cuando nos detuvimos en la parada de Opera. Normalmente yo iría leyendo o absorta en algún pensamiento adolescente, ya no me acuerdo, cuando se abrió la puerta de mi vagón y entro el ser mas increíble del mundo, de verdad, no había visto un tío tan guapo en mi vida… claro esta que venia de un pueblo pequeño y tampoco había mucho donde elegir allí, pero ni siquiera en las películas, creerme, era como una aparición, pensé que nunca volvería a ver nada tan hermoso, pero obviamente estaba equivocada aunque en ese momento no lo supiera.
Durante el tiempo que el vagón fue perdiendo velocidad, y antes de que se abrieran las puertas en la parada de Sol, se me ocurrieron mil y una formas de lanzarme a su cuello, aunque lógicamente sin éxito ya que cuando me quise lanzar, no a su cuello pero si a decirle algo, las puertas se cerraron y yo observe como se alejaba desapareciendo al final del túnel de la estación.
Así es, a veces vivimos mas en el futuro o en otra realidad paralela mas que en nuestro propio presente, dejando escapar las cosas mas importantes. También tengo que deciros que no creo que ese chico finalmente me hubiera emocionado tanto en la realidad como en mis pensamientos, que os aseguro fueron maravillosos, pero eso se quedo en ese momento perdido. Le quise a solas y fue maravilloso así.

P.D. El chico llevaba varias bolsas de la marca Caramelo cuando le vi en el metro, con lo que estuve yendo dos días a ver si me le encontraba por la tienda de Sol. Nunca mas le vi. ni nunca he vuelto a hacer algo así, pero la verdad que fue un gran momento y me hizo sentir esa maravillosa sensación de tener mariposas en el estomago.
Hay un gran proverbio que me encanta , “ La dicha de la vida consiste en tener siempre algo que hacer, alguien a quien amar y alguna cosa que esperar”


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